miércoles, 28 de octubre de 2009

Festivales escolares


De mis recuerdos más memorables están los festivales escolares. Cuando se llegaba el día de la madre o el fin de cursos, los maestros nos preguntaban que quienes de nosotros quisiéramos participar en el festival. Y yo siempre levantaba la mano. Cuando llegaba a casa le decía a mis papás que los maestros me habían escogido, ante los reclamos de mamá por tener que trabajar para hacerme el vestuario de acuerdo con el bailable. Y el primer baile del que me acuerdo fue creo que en Kinder, y cantábamos y bailábamos una canción de Cri Cri, la de caminito de la escuela y me tocaba hacerla de jirafa, porque yo era de las más altas, pero mamá a la mera hora no quiso, se ofendió por mi papel, del cual yo estaba muy orgullosa. Lo que es ser niño no? Pero en fin, salí como una niña normal con mis libros bajo el brazo.
Luego en primero de primaria, para el fin de cursos bailamos otra canción de Cri Cri: la del Chorrito, había una compañerita Esperanza que estaba muy chaparrita y medio llenita, así que fue ella la escogida para hacer el papel de hormiguita y el resto de nosotros formábamos la fuente. Nuestro vestuario estaba hecho con puras tiras de papel celofán, era un fondito blanco y encima estaban cosidas las tiras, nos movíamos tantito y todas las tiritas se movián muy padre, y se complementaba nuestro vestuario con un arco hecho de alambre forrado con papel celofán que también caía en tiritas. Este arco lo levantábamos con ambos brazos cuando la canción decía que el chorrito se hacía grandote, y en realidad se veía muy padre la fuente.
En segundo año de primaria me tocó bailar el charleston, el vestido me lo hizo también mi mamá, era un vestido de un estilo llamado chemisse, que tenía el talle largo, con unos collares muy largos, y un bailable muy padre. El problema de esa vez era mi cabello. Yo tenía mi cabello muy largo, llegaba hasta la cintura y las bailadoras de charleston se suponía que llevaban el cabello corto. Y no sabían como peinarme. Mamá le propuso a mi papá que me lo cortaran, mi papá puso el grito en el cielo, y dijo que mejor no bailaba, yo lloraba porque quería bailar. Y era un escándalo en casa por el dichoso peinado. Entonces estuvimos yendo con la peinadora durante toda una semana previa al festival. Ella estuvo probando en mi diferentes estilos de peinados para simular que lo tenía corto. Hasta que al final dio con uno que parecía como si en realidad me lo hubieran cortado. Me hizo las famosas "cucas" que no eran otra cosa que enrollar mi cabello desde la punta hasta la base y prenderlo con broches o pasadores para el cabello, tan bien ocultos que no se notaban. Obviamente se tardó unas 3 horas en peinarme, pero al final lucía yo un peinado igual que las de la época de los 20's. El baile fue todo un éxito y al día siguiente yo quería seguir manteniendo mi cabello "corto". Pero no me lo permitieron.